miércoles, 4 de agosto de 2010

El Trébol


Hace un octavo quinto décimo de milenio, los habitantes de los pastizales más altos de la Tierra, descubrieron la forma de hacer brotar flores entre la mala hierba.

La técnica era muy simple, los tres sabios del pueblo, debían esparcir la semilla en la medianoche de un día Domingo e invocar a los rayos de la Luna para que brillaran con fuerza pero como el destino hace lo que quiere, un montón de nubes negras dejó a la noche totalmente ciega. Cómo se lamentaban por no poder lograr su cometido, pero el más sabio de todos dijo que había que dejar todo en manos de la buena suerte, y al azar juntó todas las semillas y las sopló con vigor.

Días más tarde un campo de gran verdor, como una mullida alfombra, la tierra les regaló. No eran flores las que derrotaron a la mala hierba, si no que pequeños brotes de tres hojas que formaban macizos a ras de suelo.

Los hombres agradecidos, rindieron homenaje a esta nueva especie, por haber desafiado al destino y haber nacido de la suerte. La llamaron trébol, porque se formó con la ayuda de los tres sabios y la semilla que los hizo brotar tenía la fuerza de un gran árbol para asirse a la tierra.

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